Retirándonos de la Spannabis del año pasado, nos encontramos con un stand que se dedicaba a las extracciones de CBD, pero por desgracia no recuerdo el nombre de la empresa.
Nos dieron una especie de frasquito pequeño de plástico que contenía una extracción, hay que reconocer que bastante potente, de CBD.
Esa fue la primera vez que probé el CBD “líquido”. Sabe parecido a como si mordiéramos una rama central de una planta de marihuana. No, no lo he probado, me lo imagino. No está precisamente malo.
Como os podréis imaginar, era domingo. Bien, pues aquella extracción nos salvó la vuelta a casa. Llevábamos 3 días de Spannabis encima y estábamos cansados no, lo siguiente.
Nos hicimos un par de canutos y bañamos el papel en CBD (sin pasarse, no se permiten pálidas en este medio). Nos devolvió la energía al momento.
Días adelante, de cara al insomnio, con un par de gotas en la lengua le daba a uno como para dormir tranquilamente 10h sin interrupción.
Este año buscaré de nuevo el stand de esta buena gente y añadiré su nombre al artículo.
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